¿Vale la pena pagar por correr? hacer largas
filas para recoger el paquete?, luego madrugar al otro día y asistir a una
tumultuosa y apretada grilla de partida?, todo esto suena quizá un poco
desalentador, pero la verdad es que detrás de cada competencia hay una mágica nube
de beneficios que son el mayor atractivo para quienes estamos siempre listos y
dispuestos a disfrutar de esa maravillosa experiencia de las carreras. E aquí solo
cinco razones que ratifican porque vale la pena inscribirse en una carrera.
1. Motivación
Sino le ha pasado, le podría pasar. En algún
momento la emocionante aventura de correr se vuelve aburrida y monótona,
salimos a entrenar más por compromiso que por diversión. Esto puede ser una
señal de que pronto vas a empezar a entrenar menos, las excusas para no salir
van a ser más poderosas y si no se toman correctivos, más temprano que tarde
terminarás abandonando este maravilloso deporte. ¡Una de las mejores prácticas
que nos ayudan a mantenernos motivados es inscribirse en una carrera, y ojo!!
No tiene que ser necesariamente carreras grandes, puede ser la sencilla competencia
de barrio o aquellas que patrocinan pequeñas organizaciones. Cuando te inscribes en una carrera tu mente
cambia de actitud, hay un reto, hay una motivación, sabes que tienes un
compromiso, sabes que hay más personas que también se están preparando para
esto, todos estos elementos te darán más fuerzas para salir a entrenar, te
aseguro que cuando estas inscrito en una carrera por más ocupado que estés
siempre vas a ver tus entrenamientos como una prioridad y esto hará que con el
paso de los días empieces a sumar kilómetros en tu archivo atlético.
2. Disciplina
Una de las cosas más difíciles para un corredor
es el hábito de la disciplina, pocas veces las condiciones de clima son
ideales, generalmente hace frío, calor, llueve etc. Siempre hay que tener
voluntad. Uno de mis lemas dice “correr
es fácil, lo difícil es llegar a la pista”, y es cierto, una vez estamos en el
lugar de entrenamiento o competencia las cosas se hacen más fáciles. Es por eso
que cuando nos inscribimos en una carrera adquirimos un compromiso y eso
automáticamente genera un estímulo de disciplina. Con el paso de los años he
aprendido que inscribirse regularmente en diferentes carreras ayuda a formar
disciplina, al comienzo quizá lo hacemos más por compromiso que por diversión,
pero con el paso del tiempo lo que realmente estamos logrando es disciplina y
esta será la que nos permite mantenernos activos y constantes. El resultado final no es más que el buen hábito
de mantenerse corriendo, cuando se adquiere disciplina para correr, entonces
has vencido el obstáculo más difícil y estás listo para hacer que este
estupendo deporte sea parte de tu estilo de vida.
3. Conoces a otros
Siempre digo, “sumar kilómetros, es sumar
amigos”, al menos esa ha sido mi experiencia y es quizá de las mejores
ganancias que nos deja el hecho de ser corredores. Cuando salimos a entrenar
generalmente vemos que otros hacen lo mismo, pero a veces es difícil conectar
con esas personas, a veces nos sentimos quizá un poco solos en esta aventura,
pero cuando te inscribes en una carrera te das cuenta que no lo estas. Las
competencias son el escenario perfecto para conocer a esas personas, en una carrera
todos somos amigos, ese ambiente previo, durante y posterior a la carrera es
único, es un ambiente de fiesta, todo el mundo habla, ríe, comparte sus
experiencias etc. Ahí nos damos cuenta que realmente no estamos solos, hay un
mágico mundo que envuelve a quienes comparten esta pasión por correr, hay
muchos que pasan por las mismas batallas y también por las alegrías que trae
consigo ser corredor. Es por eso que participar en carreras te ayuda a
construir esa red de amigos corredores. Lo mejor de todo, es que de cada
corredor que conoces siempre aprendes algo y eso a la larga te ayuda a crecer
como atleta, como corredor, como persona.
4. Desafiar tus propios límites
Cuando vas en los últimos kilómetros,
probablemente con cansancio y con dolor, tu cuerpo dice “ya no más” pero tu
mente dice “tu puedes”. Esa es una maravillosa batalla entre cuerpo y mente que
hemos experimentado quienes disfrutamos de competir en el asfalto. Cuando estas entrenando siempre está la
opción fácil de parar, al fin y al cabo, mañana vuelvo a salir, no hay
necesidad de forzar tu mente y tu cuerpo, pero cuando estas en una carrera,
retirarse no es una opción, no tiene sentido después de meses de entrenamiento
y jornadas de sacrificio, adicionalmente la medalla que espera en la línea de
meta es tuya, te la mereces. Para un corredor cruzar la línea de llegada es el
acto oficial de graduación como corredor, por eso nos gusta graduarnos muchas
veces, entre más competimos más queremos hacerlo, de por medio está el hecho de
que siempre vamos a experimentar cansancio, dolor, sufrimiento etc, pero amamos
eso, de alguna manera las competencias son el único escenario que nos brinda
esa oportunidad de confrontar nuestros propios límites físicos y mentales.
5. Celebración
“Si nunca has ido, vaya para que vea”. Cada competencia
es una auténtica fiesta, no importa lo grande o lo pequeña que sea, siempre hay
caras de alegría, ansiedad, nerviosismo etc, los atletas ríen, comparten, se
visten de alegres colores, algunos diseñan exóticos atuendos. Cada inicio de
carrera es todo un contenedor de fuerza que se acumula en las piernas de la
multitud de atletas y un gigante tanque de oxígeno que lentamente se desase con
el paso de los kilómetros. En una carrera no hay momento específico para
celebrar, la fiesta es de comienzo a fin, talvez nunca ganemos una carrera,
pero cada vez que participamos es como si fuésemos los dueños de los honores.
No puedo concebir la vida de corredor sin competencias, este es el espacio para
retarnos, felicitarnos, para exaltar el duro trabajo de meses de entrenamiento,
creo que bien vale la pena encontrar ese momento para el festejo y las
competencias son el escenario perfecto para ello.
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